Cómo es la exclusiva cena de 15.000 pesos a la que se llega en moto de nieve en Bariloche

El ascenso en motos de nieve hasta El Refugio, el restaurante escondido en la montaña y con increíbles vistas panorámicas

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El Refugio, en un mirador del cerro Otto, con vistas panorámicas a los lagos y las montañas, combina un emocionante paseo por la nieve con fondue; también se puede ir a merendar chocolate caliente

Si se busca una cena inolvidable, alejados de las multitudes y bajo un cielo abarrotado de estrellas, hay que visitar este restaurante de montaña a 1300 metros de altura, sobre un mirador natural de la cumbre sur del Cerro Otto. Se trata de El Refugio, el secreto mejor guardado de Arelauquen Golf & CC. Una experiencia de principio a fin porque se llega en 4×4, motos de nieve, y una vez en su interior, la gastronomía de montaña se disfruta al calor del fuego de la chimenea, una selección de vinos y las vistas que confirman que se está en unos lugares más majestuosos de la Tierra: la cordillera de los Andes con sus lagos Nahuel Huapi, Gutiérrez y Moreno.

Se ingresa por el barrio privado que ya ofrece un paseo en sí y solo se puede acceder con reserva. Arelauquen está situado en la zona sudoeste de Bariloche, junto al lago Gutiérrez.

Si bien El Refugio es un lugar frecuentado por los habitantes del barrio, todo viajero será bienvenido realizando su reserva (la excursión completa cuesta 20 mil pesos, incluye el ascenso y la cena, 25% de descuento para el público nacional, o sea 15.000 pesos). Dentro del barrio espera una 4×4 para la primera parte de la excursión. Las curvas y contracurvas marcan el ascenso. Puede ganar la impaciencia, pero una vez que comienza a escucharse el silencio y a reinar la tranquilidad, el paisaje de lengas invita al pleno disfrute.

En invierno, el gran atractivo es que a mitad de camino se baja de la 4×4 para continuar el ascenso en motos de nieve. Dos personas por moto. Toda una aventura para ir en grupo. No importa el frío, cuando hay tanta belleza alrededor. Hay que llevar ropa apropiada para la nieve para estar bien abrigados, incluso dentro de la 4×4 ya que hay que tener los barbijos colocados y las ventanillas semiabiertas. Los protocolos se cumplirán durante toda la visita. Y la excursión siempre se realizará bajo condiciones climáticas que garanticen la seguridad. Si no se cumplen, podría ser cancelada.

Cuando se llega a El Refugio, tampoco habrá apuro para ingresar por más que allí dentro se respire calidez. El punto panorámico invita a la contemplación. No importa la hora. El juego de luces y sombras en las montañas, los mantos de nieve y la inmensidad de los lagos en pequeña escala, justifica ya la visita. Esto recién empieza.

Vistas, fondue y buen vino

En el ingreso recibe una chimenea. Todo todo su interior domina la madera de ciprés acompañada de grandes ventanales de vidrio para no olvidarnos nunca donde estamos sentados. Apenas se ingresa, se escuchan descorches. El sonido inigualable del vino vertiéndose en una copa. La entrada es una sopa reconfortante. Las mejillas se encienden. Toda la experiencia dura 3 horas y media.

Los comensales son pocos. Solo 16 por turno. De manera que el ambiente es íntimo, iluminado por la luz de las velas. El fuego que mantendrá caliente el queso de una fondue que no se hace esperar. ¿Qué se puede bañar? De todo, más de lo esperado: hay un total de 15 guarniciones que incluyen ravioles crocantes, panceta, jamón, tomates cherry, crostones de pan, apio, manzana…y cuando llega el chocolate a fuego lento, el protagonista es el cubanito de dulce de leche, entre frutillas, budín, bananas y más.

Nadie da por terminada la excursión sin una visita al deck de madera, que invita no solo a mirar el paisaje de lagos y montañas, con sus lucecitas intermitentes, sino también un cielo diáfano donde quedan al descubierto una cantidad de estrellas inimaginable

Nadie da por terminada la excursión sin una visita al deck de madera, que invita no solo a mirar el paisaje de lagos y montañas, con sus lucecitas intermitentes, sino también un cielo diáfano donde quedan al descubierto una cantidad de estrellas inimaginable. Dependerá de la época del año, si se tiene suerte en ese manto de estrellas se podrá observar la Vía Láctea. Y en cualquier momento, se podrán ver estrellas fugaces. Ese cielo nocturno es un verdadero espectáculo.

 

Además de la cena, hay otras variantes para disfrutar de este refugio de montaña. Ir a tomar un chocolate caliente luego de un paseo en moto de nieve. Son dos las salidas programadas por la tarde, una a las 16 horas y otra a las 17 (la excursión cuesta 7 mil pesos). Durante el día, las vistas serán más impactantes.

 

Fuente: La Nacion

 

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