Prevenir o retrasar el envejecimiento de la piel genera mucho interés y mueve cantidades muy grandes de dinero: las predicciones apuntan a que el mercado de productos cosméticos y del cuidado de la piel estará valorado en 863 mil millones de dólares en 2024. Son muchos los factores que hacen que la piel tenga un aspecto ajetreado con el paso del tiempo: la exposición al sol, la predisposición genética, el consumo de alcohol y tabaco, la contaminación, y también la alimentación. Algunos son evitables y contra otros nos podemos proteger, pero con respecto a la comida cabe preguntarse si de la misma forma que hay alimentos que nos hacen envejecer más rápido puede haber otros que lo eviten.
Bebidas azucaradas
El alto contenido de azúcares que contienen provoca que las células mueran rápidamente, un efecto que causa un envejecimiento progresivo. Se pueden cambiar por jugos de frutas naturales, que conserven la pulpa.
Grasas trans
Enemigos íntimos de la alimentación saludable. Se encuentran presentes en la mayoría de comidas procesadas, aportan al organismo calorías vacías y en ocasiones incluso generan obstrucciones en las arterias. Se pueden reemplazar por productos que contengan girasol de alto esteárico alto oleico (AEAO), que permite obtener grasas sólidas y la segunda es la producción de geles proteicos a partir de emulsiones estabilizadas por proteínas.
Sal
Incorporar este condimento en exceso en la dieta habitual provoca un rápido aumento de la tensión arterial y esto genera una reducción en la producción de colágeno, que deriva en un envejecimiento prematuro. Con moderación, se puede reemplazar por la sal no refinada y especias.
Azúcares
El consumo de azúcares en exceso acelera el envejecimiento y puede conducir a enfermedades como la diabetes. Afecta directamente a los vasos sanguíneos reduciendo la elasticidad de la piel. ¿Otras opciones similares pero saludables? Consumir frutas frescas, que contienen azúcares naturales.
Café
Esta infusión tiene un efecto deshidratador en el organismo. Su consumo en exceso puede provocar que la falta de hidratación afecte directamente a la tonificación de la piel. Es recomendable consumir café de cereales ecológico, otras infusiones como el té, o jugos de fruta.
Alcohol
Provoca una deshidratación severa, sumado a sus efectos ya sabidos que son muy perjudiciales para la salud. Tomar agua puede ser una buena alternativa.
Picante
La comida muy picante dilata los vasos sanguíneos favoreciendo su ruptura. Esta situación provoca que la piel pierda elasticidad, tonificación y color natural. La sal de especias puede ser una excelente opción para tener en cuenta para las personas amantes de los sabores extremos.
La carne roja
Se recomienda comer, como máximo, dos veces por semana. La carne roja es rica en carnitina, sustancia que en exceso provoca un endurecimiento de los capilares y como consecuencia afecta al envejecimiento prematuro. Sin embargo, aporta hierro, componente fundamental para la salud. ¿Otras fuentes de proteínas y grasas más saludables? El huevo, las legumbres o el pescado azul.
Hidratos refinados
Los carbohidratos simples tienen un índice glucémico alto. Este índice elevado favorece la ruptura de la elasticidad de la piel y los músculos. Los fideos integrales por ejemplo pueden ser una alternativa interesante y más beneficiosa para la salud.
Colorantes
Estos aditivos artificiales contienen sulfitos, sustancia que afecta directamente a los vasos sanguíneos, sobre todo a las ramificaciones que llegan a la piel, provocando una pérdida de elasticidad y causante de las arrugas prematuras. Se pueden cambiar por sabores naturales, la verdura o alimentos caseros