Según se informó, las llamas arrasaron más de diez millones de hectáreas en la peor temporada de fuegos forestales en la historia de Australia y el gobierno de Victoria pidió que la gente esté alerta y preparada para evacuar si es necesario. En tanto, las autoridades de Nueva Gales del Sur y Australia del Sur también solicitaron a los ciudadanos que estén alertas a tener que irse si la situación empeora.
La semana pasada, el primer ministro de Victoria ordenó la evacuación de 100.000 personas, luego de que se declarara la situación de desastre en seis zonas de ese estado australiano. La evacuación fue catalogada por los medios locales como la “mayor de la historia de Victoria”.
También debieron ser evacuadas unas 4000 personas de la ciudad de Mallacoota, en el sur de Victoria, donde habían quedado atrapadas en las playas a raíz de los fuegos. En todo el estado ya ardieron más de 1,3 millones de hectáreas y hay 19 focos activos.
La situación es alarmante y provocó que en el día de ayer miles de personas se manifestaran en la ciudad de Melbourne contra el primer ministro australiano, Scott Morrison, al que se acusa de una gestión deficiente de la crisis. Entre las demandas de los manifestantes estaba el aumento de la dotación para los bomberos, la adopción de medidas urgentes contra el cambio climático y la renuncia de Morrison.
