Con la llegada del verano y el calor aumenta el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos, una de ellas es la salmonelosis. Se trata de una intoxicación alimentaria provocada por la bacteria Salmonella y, según la OMS, es una de las infecciones alimentarias más comunes en esta época del año.
Este clásico de verano se produce debido a que las altas temperaturas favorecen el crecimiento y el desarrollo de microorganismos en los alimentos.
Si bien esta enfermedad se transmite a través de los productos contaminados, la Salmonella es una bacteria que vive en el intestino de animales y personas. Es así que tener en cuenta la higiene, la manipulación, la cocción y la cadena de frío de los alimentos es de gran importancia para evitar tanto la presencia de bacterias en ellos como su propagación.
Este microorganismo es omnipresente y resistente ya que puede sobrevivir durante varias semanas en un ambiente seco y por varios meses en el agua. Entre los alimentos que pueden contaminarse se pueden mencionar:
* Carne vacuna, de aves y de cerdo
* Pescados y mariscos
* Huevos
* Leche y productos lácteos
* Frutas y verduras crudas
* Aderezos y postres preparados con huevo crudo o no pasteurizado
Los síntomas
Los signos que determinan una posible intoxicación de Salmonella comienzan a manifestarse entre las 6 y las 72 hs., después de contraer la infección. La enfermedad Salmonelosis suele durar entre 2 y 7 días, dependiendo de la dosis ingerida del alimento contaminado, de la cepa y de la persona afectada.
Los síntomas son parecidos a los de la gastroenteritis: fiebre, dolor abdominal y de cabeza, diarrea, náuseas, vómitos y cólicos.
Ante la presencia de algunos de estos síntomas, es necesario asistir al médico para tratar el cuadro clínico de manera oportuna. Asimismo, es importante controlar la deshidratación para prevenir complicaciones como falla renal y el desequilibrio de las sales del cuerpo.
Si bien esta patología puede afectar a cualquier persona, la población más vulnerable son los menores de 5 años, personas mayores y aquellas que tienen las defensas bajas o que están bajo algún tratamiento en particular. Es por ello que, al haber diversas cepas, cuando la persona presenta algún síntoma es necesario realizarle una serie de estudios, que consisten en un análisis de sangre y una ecografía abdominal que permitirán clasificar la enfermedad y establecer el procedimiento más adecuado.
Hacer reposo, comer liviano y mantenerse hidratado son algunos de los puntos claves a tener en cuenta para el tratamiento de la Salmonelosis.
¿Cómo prevenirla?
Entre las condiciones de higiene o refrigeración que se deben tener en cuenta para evitar la enfermedad, se pueden mencionar:
Mantener la higiene: es decir, lavar las manos con agua y jabón antes y después de manipular los alimentos. También se debe lavar con abundante agua las frutas, verduras y los utensilios que se usan al momento de cocinar.
Elegir alimentos seguros: consumir leche, productos derivados que estén pasteurizados y huevos frescos evitando alimentos que lo contengan de forma cruda o poco cocida.
Evitar la contaminación cruzada: impedir que el alimento contaminado tenga contacto con otros productos.
Cocinar los alimentos completamente: cuidar la cocción de carnes rojas, blancas y del huevo.
Mantener temperaturas seguras durante toda la preparación y no cortar la cadena de frío.
Nota: Espacio de Marca – Sanatorio Allende. La Voz.