Celeste Lepratti es docente y exconcejal de Rosario. Preside la Asamblea del 19 y 20 de Diciembre, fecha de la trágica represión que, en Santa Fé, mató a nueve personas. Contó en vivo en el aire de La Miércoles Radio Web y para InfoHuella, la historia de su hermano, Claudio “Pocho” Lepratti.
REUTEMAN
“En la provincia de Santa Fé el principal responsable político de la masacre es el exgobernador Carlos Alberto Reuteman, quién está muy lejos de haber rendido cuentas. La justicia santafesina nunca creyó necesario ni siquiera llamarlo a declarar, cuando en Santa Fé, mientras él era gobernador, la Policía mató e hirió a muchísimas personas, entre ellas a mi hermano “Pocho”. Santa Fé tiene el número más alto de víctimas fatales de la represión del 2001, de asesinados y asesinadas, en relación a la cantidad de habitantes de todo el país. Son nueve las víctimas fatales y cientos de heridos donde aún no contamos con un registro oficial, donde no ha habido a la fecha reparación de ningún tipo y, por último, la Justica al día de hoy ha garantizado la impunidad.
DE LA RÚA
Celeste Lepratti sostuvo que hace unos meses atrás, con la muerte del expresidente Fernando De la Rúa, fue despedido con honores. “Sorprendentemente veíamos como era despedido el expresidente de la represión de 2001, con honores, como un hombre de la democracia y las instituciones. Me estoy refiriendo a De la Rúa, alguien que tuvo que irse en helicóptero y que tomó las peores decisiones en un momento en el que el país estaba en llamas”.
“Una impunidad muy grande que a 18 años continúa”, sostuvo.
Claudio Hugo Lepratti, conocido como «Pocho» y «El Ángel de la Bicicleta», fue un militante social argentino, asesinado en medio de la represión llevada a cabo por la policía de la Provincia de Santa Fe, durante la crisis de diciembre de 2001 en Argentina.
POCHO
-¿Quién era Pocho y qué hacía ese 19 de diciembre?, consultó InfoHuella.
-Pocho tenía 35 años y hacía poco que se había venido a Santa Fé. Los Lepratti somos de Entre Ríos. Él se vino a estudiar abogacía. Luego dejó y empezó una carrera salesiana. Pero lo que más disfrutaba era su contacto con los chicos y jóvenes. Se dedica de lleno a eso que entendía que tenía que hacer y se va a vivir en una de las villas más grandes de Rosario. La villa Ludueña, ubicada al noroeste. Y desde ahí hace un trabajo social muy grande, siempre junto a otros y otras. “Pocho” sabía que las cosas se hacen colectivamente y no hay salida que no tenga esa condición. Muy simple, muy comprometido con lo que hacía, y quizá por eso claramente es que a 18 años el recuerdo de él nos sigue acompañando como una invitación a saber lo que hay que hacer.
-Hoy “Pocho” Lepratti es conocido por muchos como “El ángel de la bicicleta”. ¿Cómo nació la canción de León Gieco y cuánto aportó a dar a conocer y reivindicar su historia?
-Aportó muchísimo, no sé si León (Gieco) ha tomado la dimensión de lo que ha significado ese aporte. Sobre todo para seguir transmitiendo la historia y seguir haciendo memoria. León no lo conoció, pero sí conoció a muchos chicos y chicas que estaban comprometidos colectivamente con Pocho cuando hacían la revista “El Ángel de lata”, elaborada y puesta en la calle por los propios chicos. León tenía el compromiso de- cada vez que visitaba Rosario – divulgar el nombre de la revista en los recitales y a su vez pedir a la gente que colabore con la compra de un ejemplar.
EL NACIMIENTO DEL ÁNGEL DE LA BICICLETA, EL TEMA DE GIECO
“Luego del asesinado de Pocho-, sale un número especial y fue acercado a Gieco por los propios chicos. Y al poco tiempo, tuve la oportunidad de acercarme a Gieco en un recital que dio en Entre Ríos y pude regalarle una remera que decía “Pocho vive”, y cuando intenté contarle de qué se trataba y de quién era Pocho, me dijo que no hacía falta, que ya sabía, que ya tenía una remera, que estaba en deuda y que quería hacer una canción para Pocho y ahí hablar del 19 y 20 de diciembre de 2001. Me dijo esto, que había una deuda y que desde el mundo que él integra quería saldarla. Al mes, nos hizo llegar el demo de El Ángel de la Bicicleta”.
-Una canción con una frase muy fuerte cuando Gieco retoma las palabras finales de “Pocho” que dicen: “Bajen las armas, aquí sólo hay pibes comiendo”.
-Sí. Justamente, en el asesinato de Pocho aparece un laburante en su lugar de trabajo, una escuela, y defendiendo a la “pibada” que estaba ahí por un plato de comida. Es muy fuerte. Creo que Gieco lo trasmite perfectamente en la canción. Es un homenaje a los tantos y tantas que laburan día a día con las infancias.