La bajada de uno de los curso del Colegio Normal, una fiesta con 400 invitados realizada la noche del viernes, terminó con un número impreciso de intoxicados. Los organizadores no pudieron establecer el origen de la intoxicación, aunque defendieron el cumplimiento de la cadena de frío de los alimentos.
Los casos de intoxicación se reportaron en un chat de los familiares de los egresados. Allí advirtieron sobre vómitos y diarreas. Se trató de una intoxicación con alguna comida, aunque aun no pudieron establecer qué fase la provocó.
La fiesta -que se realizó en las instalaciones del club Fortín Roca- estuvo organizada por Weigandt Multiespacio. Además del catering, el organizador coordina la animación, fotografía y DJ.
Hubo una entrada de fiambre con pan, ensaladas rusa y mixta, asado y una mesa de dulces. También hubo comida para veganos y celíacos.
El propio organizador Weigandt dijo que ese mensaje fue a las 21 horas del sábado, hora a la que estaba en medio de la organización de otra fiesta. Por eso hizo una consulta inicial con los integrantes de equipo, unas 30 personas entre mozos, cocineros, seguridad, animadores y DJ. El staff de la empresa consumió la comida que se sirvió en la fiesta y durante las primeras 36 horas no hubo casos de intoxicación.
Desde la firma explicaron -ante la consulta de El Diario- que “nosotros tuvimos un camión de frío, que estaba visible, y cumplimos con la cadena de frío de todo las comidas”. Precisamente el club Fortín Roca no posee heladeras por lo que no hubo contacto ni uso de un sistema de refrigeración ajeno al que usó la empresa del catering. Están revisando todos los aspectos de la fiesta, pero no pueden informar qué provocó la intoxicación.
Weigandt Multiespacio hace 5 años que realiza fiestas de egresados. El vocero de la firma explicó que “es la primera vez que ocurre algo así”. Recordó otro incidente en una fiesta: “una vez una heladera se rompió, y cuando fuimos a sacar la ensalada estaba arruinada. Decidimos no repartir la ensalada, a pesar de la situación que se generó, y devolver una suma importante de dinero. Pero no arriesgamos la situación”.
Algunos de los padres de los egresados le advirtieron la situación al organizador, el sábado por la noche. La respuesta de Weigandt fue: “me acabo de enterar por este mensaje. Te puedo asegurar que seguimos todas las normas de calidad, higiene y refrigeración de los alimentos. Me comuniqué con mi equipo y ninguno presenta algún síntoma, dame un poco de tiempo que indago más. Te voy a molestar si me pueden conseguir el teléfono de las personas con dicho síntomas así mañana me comunico con ellas. Disculpa la hora y quedó totalmente a su disposición”.
Una vez que la firma pidió que los familiares reportaron los casos de personas afectadas, hubo seis mensajes. “En ese recuento hay unos 20 casos. No es la cifra que trascendió”, advirtieron.
Pero entre los familiares de los egresados no descartan que muchos de los afectados no hayan informado lo ocurrido. Por los datos que circulan en el chat de los familiares, ese número sería superior a lo que maneja la firma organizadora.
Aunque inicialmente los participantes de la fiesta hayan atribuido algún padecimiento a un exceso de comida, con el correr de las horas y la alarma, se hizo un seguimiento más preciso de lo ocurrido. Además de las personas afectadas en las horas posteriores a la fiesta, también hubo caso que recién 24 horas después de la fiesta aparecieron los primeros síntomas.