La Mesa de Unidad Social, que reúne a más de un centenar de organizaciones sociales de Chile, llamó a realizar hoy un “superlunes” de marchas, concentraciones callejeras y cacerolazos en todo el país, que vive un estallido social desde hace más de dos semanas.
La jornada de protesta comenzará al mediodía en Santiago, con una concentración en la plaza de los Tribunales de Justicia, frente a la antigua sede del Congreso, para reclamar a los legisladores que abandonen el tratamiento de proyectos que “sólo apuntan a profundizar las desigualdades”.
“Tenemos claro que, en la medida en que no haya presión, hay una agenda del gobierno que va a seguir avanzando” y que está “en las antípodas de las demandas que el pueblo chileno está exigiendo en las calles”, afirmó la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa.
La vocera de la Coordinadora No+AFP (por las administradoras privadas de fondos de jubilación), Carolina Espinoza, sostuvo que “el gobierno le pone el acelerador a una batería de proyectos, todos contrarios a derechos y profundizando las políticas neoliberales”.
Las dirigentes destacaron también que permanecerán activos los más de 300 cabildos que vienen realizándose y en los que, aseguraron, participaron más de 10 mil personas en 73 comunas del país.
Esos cabildos son “muy distintos de los diálogos ciudadanos que realiza el gobierno de (el presidente) Sebastián Piñera, eligiendo a dedo a los participantes” y nacieron “de la idea de que este estallido social que vive el país solo se puede solucionar con mayor democratización”, dijo Figueroa.
La socióloga Claudia Dides, a cargo de la coordinación de las conclusiones de esos encuentros, afirmó que las principales demandas son “nueva constitución política, asamblea constituyente, nuevo sistema de pensiones de reparto y solidario” y “protección del ambiente”.