La caída del parapentista ocurrió a las 17 horas. La colisión se produjo cuando el hombre quiso bajar el parapente al costado de la autopista y el viento lo llevó hasta la traza principal donde fue embestido por el vehículo.
Según publicaron otros medios, la escena minutos después de la tragedia mostraba un cuerpo tirado en el asfalto, un móvil policial interrumpiendo un carril de la autovía, la marcha lenta de los curiosos, personas de pie y agachadas buscando una explicación y un parapente enroscado en un guardarrail. Cuando la ambulancia llegó, los médicos constataron las sospechas: el hombre ya había muerto. Tenía 33 años, se llamaba Maximiliano Martínez.
Una de las versiones que empezaron a circular es que el deportista había aterrizado en el cantero que separa ambos sentidos de la vía y que una ráfaga lo llevó hacia el tránsito. Otra de las teorías que informaron fuentes policiales a raíz de declaraciones de una persona allegada a la víctima disiente en la mecánica del accidente: sugiere que intentó descender sobre la colectora pero el viento lo desplazó hacia traza donde finalmente falleció. Fue embestido por una pick up marca Ford Ranger que viajaba sentido hacia la Ciudad de Buenos Aires. El joven murió en el acto.
La sorpresa y la imprevisibilidad del episodio no le dieron tiempo al conductor a detener el vehículo: no pudo evitar colisionarlo. La persona que manejaba el rodado era un hombre de 69 años oriundo de Colonia Barón. Se trata de Roberto Stark, dedicado a la compra y venta de caballos, confiaron sus allegados a este diario.