Jorge Amor Ameal, apuntalado por el ídolo Juan Román Riquelme, será el nuevo presidente de Boca, al lograr una importante ventaja en las elecciones sobre el candidato oficialista Christian Gribaudo, poniendo fin a un cuarto de siglo de hegemonía macrista en el club de la ribera.
Ameal volverá a conducir los destinos del club “xeneize”, donde ya fue presidente entre 2008 y 2011.
Escrutadas 72 mesas de un total de 143, pasadas las 00:30, la lista “Juntos por Boca”, de Ameal y Mario Pergolini lograba el 47,72% de los votos (8261), mientras que “La Mitad + vos”, que postula a Gribaudo y Juan Carlos Crespi obtenía el 35,29 por ciento (6108).
En tercer lugar aparecía el otro candidato opositor, José Beraldi, acompañado por Rodolfo Royco Ferrari, por la lista “Unidos para volver a ganar”, con 16,76 por ciento (2902).
Este domingo, polémico, Román Riquelme votó en medio de un clima de euforia, rodeado de hinchas que entraron con él cantando a la carpa de votación.
En una histórica jornada que batió récords de concurrencia a nivel sudamericano con 38363 socios, Ameal y Pergolini -sin Riquelme que se había refugiado en el búnker- se abrazaron a las 00:23 cuando sus seguidores empezaron a celebrar la victoria, a partir de esta tendencia casi imposible de revertir.
“El escrutinio va muy lento, todavía no hay una definición, esperamos tener una definición para hablarle a nuestra gente”, se había quejado minutos antes Ameal, mientras seguía el conteo de votos en el salón “Filiberto” del estadio La Bombonera.
Así, Ameal volverá a conducir al “Xeneize” -lo hizo entre 2008 y 2011 por la muerte de Pedro Pompilio-, pero ahora siendo el presidente más votado del fútbol argentino.
Los comicios celebrados en una gran carpa montada en uno de los playones adyacentes a la cancha marcaron un récord histórico para la institución “xeneize”, ya que sufragaron más de 38.000 socios, dejando muy atrás la marca de 2015, cuando lo habían hecho 26.136.
La votación de Gribaudo, el candidato del oficialismo que no pudo sostener la dinastía del macrismo.
La jornada electoral se inició bien temprano, con miles de socios que se acercaron desde antes de las 9.00 -hora de apertura de las urnas-, por lo que el proceso de votación terminó siendo lento.
Esto provocó algunas suspicacias que calentaron un clima que ya venía denso en los días previos por las acusaciones cruzadas entre los candidatos.
El primero en disparar fue Riquelme, vocal en la lista de Ameal, pero que ocupará el cargo de vicepresidente segundo y estará a cargo del manejo del fútbol.
“Son tramposos, esto es una vergüenza”, lanzó el ex enganche, al tiempo que pidió la intervención de Mauricio Macri: “El presidente de nuestro país tendría que actuar un poco porque esto tiene que ser una fiesta”.
Gribaudo, secretario del club y candidato bendecido por el presidente saliente, Daniel Angelici, recogió el guante y pidió “evitar que se genere un clima raro”.
El correr de las horas trajo un poco de calma, hizo bajar la espuma y los comicios transcurrieron con normalidad, cerrando a las 18.00, como estaba pautado.
Daniel Angelici quedará como el presidente que se peleó dos veces con el máximo ídolo de la historia del club.
En los últimos meses se preveía que las elecciones esta vez iban a estar reñidas, pero la carta de la victoria opositora terminó siendo la figura de Riquelme.
Román, uno de los máximos ídolos de los simpatizantes “xeneizes”, coqueteó al principio con una posible unidad política, pero sobre el cierre de listas se pronunció por Ameal y provocó un verdadero cimbronazo en la campaña.
Por su parte, Gribaudo apeló a otro referente histórico, nada menos que Diego Armando Maradona, pero el apoyo de “Pelusa” pareció no influir y la batalla de ídolos dio ganador a Riquelme.
En tanto, Beraldi, un dirigente histórico de Boca, puso sobre la mesa el nombre de Gabriel Omar Batistuta como posible mánager, algo que no le alcanzó para dar pelea, aunque no hizo una mala elección tomando en cuenta los sondeos previos.
La “visita” de Di Zeo
A mitad de la jornada electoral, el líder de la barra brava de Boca, Rafael Di Zeo, se acercó al búnker de Ameal donde mantuvo un encuentro “en buenos términos” con Riquelme.
La relación entre Riquelme y “La 12” nunca fue buena, y tuvo un punto de quiebre en abril de 2010, luego de una “visita” de ese grupo a los futbolistas.
¿Habrá llegado ahora la paz tras ese distanciamiento de casi una década?.
El fin de una era.
El 3 de diciembre de 1995 Macri llegó a la presidencia de la institución de la ribera, venciendo a la fórmula Antonio Alegre-Carlos Heller y a partir de ese momento comenzó una era política que se extendería por un cuarto de siglo.
Los dos primeros años de Macri fueron difíciles desde lo deportivo, pero la llegada de Carlos Bianchi a la dirección técnica marcó un quiebre en la historia boquense con la obtención de numerosos títulos, tanto en el orden nacional como en el internacional.
Cuando Macri dejó el club, en 2008, sus sucesores políticos continuaron al mando, pero en los últimos años el frente internacional fue adverso, no se logró nuevamente la ansiada Libertadores, se perdieron partidos claves con River -final de Copa incluida- y encima su histórico rival deportivo vivió una etapa dorada.
Estos factores golpearon al oficialismo boquense ligado a Macri, que llegó debilitado a la contienda electoral de este domingo, finalmente fue derrotado y dio paso a una nueva era en la historia del club.