Ariel «Alpataco» Vázquez nació en el puesto San Enrique, entre Algarrobo del Aguila y La Humada, en la barda, al oeste profundo de la provincia de La Pampa. Sus padres, Mario Vázquez y María Salinas, aún viven allí, en ese inhóspito paisaje.
Este fin de semana Ariel presentará su tercer libro, «Los últimos puesteros». El sábado al mediodía lo hará en la Fiesta Provincial Kruv Antu de La Humada, mientras que el domingo a las 19.30 horas hará lo mismo en el salón de jubilados de Santa Isabel.
«Tuve la suerte de viajar con la Fragata Libertad por todo el mundo y ahí fue cuando descubrí el amor por mi tierra, desde entonces comencé a escribir», contó Vázquez a LA ARENA. «Mi primer libro se llamó ‘Alpataco’, nunca lo presenté pero agotó cinco ediciones por el boca en boca en todo el oeste, porque le escribo al paisaje pero también al paisanaje, lo escribo de una manera sencilla, simple», explicó. «Siempre me aconsejó un poeta de allá que tenía que escribir como el pelaje de mi tierra, entonces así escribo, quizás por eso tiene tanta aceptación principalmente en el oeste pampeano, que aparte escribo en ese lenguaje, hay palabras que no van a entender por eso pongo un glosario en todos los libros», detalló el autor.
Puesteros
Ariel nació en una familia de puesteros, pero su destino lo llevó hacia otros lugares. Viajó por el mundo a bordo de Fragata Libertad, y allí pudo entender la realidad de sus padres y de todos los habitantes de los puestos del oeste.
Su segundo libro se llamó «Puesteros del Oeste», que fue presentado el año pasado y tuvo una gran repercusión entre la gente de la zona, con masiva concurrencia en La Humada, donde la gente llenó el club a la espera del escritor. La publicación fue declarada de Interés Legislativo por la Cámara de Diputados y fue presentado en la Feria Internacional del Libro.
Pero ahora llegó el turno de «Los últimos puesteros». En la tapa y contratapa del mismo puede verse a los padres de Ariel, Mario y María, quienes aún viven en el puesto San Enrique. «Es un homenaje a los puesteros como mis padres, que fueron los que hicieron los pozos en los campos, que en esa época eran abiertos, hicieron el puesto y con mucho sacrificio fueron poblando esa tierra donde vivieron muchas familias que hoy se están yendo», contó Alpataco. «En el oeste se ha producido un éxodo, la gente se ha ido a los pueblos, no solamente se han vendido los campos sino que les han cambiado de nombre. El desarraigo de la gente que está en los pueblos es bastante grande porque por ahí los trabajos que consiguen no son los que hicieron toda la vida», explicó. «En los puestos queda la desolación, molinos caídos, ranchos caídos, y todo eso lleva a provocar lo que yo siento y escribo».
En los tres libros de Ariel, se plasman las historias de vida de casi 300 personas de la zona. Lo hace de manera folclórica-gauchesca, sencilla y clara, para que todos los pobladores de oeste puedan entenderlo, ya que algunos no tienen una educación amplia.
El libro cuenta con fotografías de Ana María Zorzi, de Santa Rosa, quien además lleva consigo a cada presentación de los libros de Ariel, la muestra «Oeste profundo», para difundir lo que pasa en esa zona de nuestra provincia.