En un comunicado emitido en la madrugada de hoy por la entidad conducida por Guido Sandleris, detalla que “Ante el grado de incertidumbre actual, el Directorio del BCRA decidió tomar este domingo una serie de medidas que buscan preservar las reservas del Banco Central. Las medidas anunciadas son transitorias, hasta diciembre de 2019”.
Luego, agrega: “Establece un nuevo límite de u$s200 mensuales a la compra de dólares para personas físicas con cuenta bancaria y en u$s100 a la cantidad de dólares que pueden ser comprados en efectivos”, y aclara que “estos límites no son acumulativos”.
Además, anticipa que hoy, el titular del BCRA “dará una conferencia de prensa a las 8:30 horas para explicar el detalle de las mismas”.
La dinámica de la crisis parece que no otorga tiempo para que el Central mantenga el status quo por mucho tiempo más. La útlima semana, particularmente el jueves, se intensificaron los retiros de depósitos en dólares y también de pesos.
“Hay más demanda para cubrirse y se nota más movimiento en las sucursales, algo que era esperado por la previa electoral”, comentaban desde una entidad líder, en la previa a los comicios.
Los últimos días, no había caído bien entre los ahorristas la frase de Alberto F. avisando que va a cuidar los depósitos en dólares. A muchos les vino un deja vu de la tristemente célebre frase de Eduardo Duhalde: “el que puso dólares recibirá dólares”.
El dato que le preocupa al flamante Presidente electo es la brutal caída de reservas: se perdieron cerca de u$s9.000 millones desde que se instauró el cepo cambiario a inicios de septiembre y más de u$s20.000 millones desde que triunfaron en las PASO.
Las restricciones, que virtualmente prohíben el atesoramiento de las empresas, no habían servido para detener el drenaje de reservas.
Claro, las arcas del BCRA no merman sólo por la venta de divisas en el mercado cambiario para estabilizar a la divisa (que ya habría superado los u$s2.000 millones en octubre y un monto igual en septiembre), sino que tiene que ver con la huida de las colocaciones a plazo en dólares de los inversores privados, con los pagos de deuda y la valorización de otros activos.